Cristo Regresa, Habla su Verdad (Núm. 2)

Para quienes no leyeron el artículo Núm.1 acerca de este tema, les sugiero regresar y hacerlo para continuar la secuencia y exista una mejor comprensión.

Jesucristo, a través de una persona con la mente y corazón purificados, pudo “descender” a este plano de consciencia para darnos a conocer lo que hace más de 2000 años intentó sin mucho éxito. Es mucha información porque aparte de explicarnos en qué consistió su enseñanza (lo que en verdad quiso transmitir y fue distorsionado), también habla de su vida, su crucifixión y muerte. Sin embargo me centraré para estos artículos, únicamente en las enseñanzas que ahora es lo que más necesitamos para trascender nuestras tristezas y aprendamos a vivir, reconociendo a Dios en nosotros. No todos están preparados para esto, puesto que la consciencia colectiva está impregnada con una información errada que ya no está sirviendo al propósito de evolución del Planeta. Así que quien sienta que no está “bien” o que no la comprenda por cualquier razón, simplemente no tome esta información, pues quizá no es el momento. A quien le sirva pues en hora buena. Por cada carta leída, iré subiendo un artículo con lo más relevante y sencillo de entender.

Carta Núm. 2

Tenemos que buscar una manera de superar nuestros pensamientos y sentimientos humanos porque nos separan del PADRE (AMOR) y nos traen enfermedades y miseria. Debemos aprender a superar el “yo” así entraremos en el Reino de los Cielos.

Todas las bendiciones de abundancia y salud están disponibles gratuitamente para el que ame a Dios con toda su mente, corazón y alma, viviendo según las verdades de la existencia. Lo que el hombre piensa, dice, hace y cree, se le devolverá de la misma manera más adelante.

No hace falta sanar el cuerpo o intentar mejorar nuestra vida, se necesita es sanar LAS CREENCIAS. El mal no viene de Dios, ¿Cómo puede estar de dos partes el bien y el mal?, es tan solo en nuestras mentes que se concibe el bien y el mal, tan solo en nuestros corazones lo pensamos y sentimos.

No hay diferencia entre los que tienen poco en la vida y aquellos que lo tienen todo, puesto que los ricos y los pobres por igual se enferman, hacen enemigos y se encuentran solos. Las oportunidades, habilidades y la inspiración proceden del PADRE que está en nuestro interior.

Estamos benditos cuando tenemos hambre y sed, porque el PADRE conoce nuestras necesidades, las cuales serán saciadas si dejamos de lamentarnos y empezamos a rezar al PADRE, pidiendo y creyendo que vamos a recibir.

Al consentir nuestros pensamientos temerosos, ansiedades y sentimientos de desesperanza, estamos creando las mismas condiciones que “queremos alejar”; nos estamos haciendo todas estas cosas malas a nosotros mismos.

Benditos somos y seremos cuando tengamos hambre y sed de bondad, y por contactar al PADRE que está dentro nuestro, porque sin duda seremos saciados hasta cien veces más.

Benditos cuando somos atacados y agraviados profundamente y nos quedamos quietos en perfecta confianza, perdonando y siendo misericordiosos, absteniéndonos de buscar justicia por medios propios; lo correcto es ponernos directamente en armonía con el AMOR PADRE activo dentro de nosotros y así recibiremos misericordia en momentos de apuro.

Los más benditos son los puros de corazón, son amor y entonces conocerán la realidad del PADRE Dios dentro de sí mismos. El Reino de los Cielos es un estado del Ser, de felicidad que no puede ser tocado por el mundo exterior con todas sus penas y preocupaciones.

Todo lo que es contrario a la belleza, armonía, salud y prosperidad son creaciones del MAL PENSAR en nosotros. No se debe hacer nada de mala gana, hay que dar con el espíritu alegre, que todo en nuestra vida nos traiga alegría e iluminación. Somos nosotros con nuestras quejas y palabras acerca de lo que nos “falta”, la agresión de los unos a los otros, la insistencia en tomar represalias, las críticas y calumnias las que producen la falta y enfermedad día tras día.

Fuente, (LAS CARTAS de CRISTO, del CAMINO de CRISTO)



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