El Poder de la Aceptación

Aceptar es el primer paso hacia la libertad interior y hacia la plenitud del amor. Pero, ¿aceptar qué? Pues bien, aceptar a las personas y a las circunstancias de la vida tal y como son sin pretender cambiarlas a nuestro amaño es estar amando de forma incondicional y ahí es cuando vienen los milagros.

Por supuesto no estoy diciendo que permitamos cualquier situación o actitud que pueda perjudicarnos, lo que en realidad deseo transmitir es que hay cosas que se encuentran fuera de nuestro control y sufrir por lo que otros están eligiendo ser, por las acciones del otro en las que no se puede interferir, por las circunstancias de la vida que simplemente deben ser así, pues no tiene mucho sentido; es un desgaste total intentar que otra persona haga lo que yo quiero que haga, es frustrante tener tantas expectativas y esperar que los demás respondan como yo respondería o como pienso que “deberían” responder.

Las personas elegimos todos los días, incluso nosotros mismos “defraudamos” al otro porque no le contestamos como hubiese querido y eso no nos hace malas personas. Por eso la clave es la Aceptación, que no es otra cosa que amor puro e incondicional, mientras no estén poniendo en peligro nuestra integridad física o amenazando nuestras vidas, créanme que tolerar al otro mediante una sabia aceptación, enviándole amor y compasión, les aseguro un milagro en sus vidas, porque eso es lo que siempre trae el amor: Cambios Inesperados.

Cuando dejamos de pelear con lo que no está en nuestras manos cambiar, cuando desde el corazón decidimos aceptar y llenar de amor la situación entonces aparecen esos cambios que habíamos querido ver cuando estábamos en conflicto, porque la aceptación traducida a amor solo puede traer magia, luz, milagros y una libertad interior que nos permite reconciliarnos con nosotros mismos, con los demás y sus actitudes y con esas situaciones de la vida con las que chocamos tanto.

Recuerden, todo aquello que nos molesta y no nos permite vivir en paz, en realidad llega a nosotros como una oportunidad de reconciliación y sanación para nosotros mismos, al encontrar la paz desde adentro les aseguro que veremos el cambio que añoramos ver en lo de afuera.

Acepten la forma de ser y actuar del que acompaña su camino, recuerden las cosas por las que sí se aceptaron en un principio, mírenlos con dulzura, respóndanles como ustedes quisieran que les respondieran, den lo que desean recibir siempre porque ustedes están del otro lado.

Entiendo que hay momentos en que asoma el cansancio pero precisamente ese cansancio es la alarma, es el llamado y el regalo que viene a decirnos no desfallezcan, continúen siendo quienes son en esencia, no permitan que el ego se apodere de su parte más valiosa que es la capacidad inmensa de amar. Lo mismo ocurre con ciertos panoramas de la vida, no sabemos cómo afrontarlos y cuando ya se sale de nuestro control no queda más que aceptar la situación sin esforzarse en cambiarla, al rodearla de amor entonces podemos esperar que una fuerza superior nos regale la solución que alguna vez pretendimos obtener desde otra energía diferente al amor.

Aceptemos lo que no podemos cambiar de forma natural, seamos amor y entreguemos todo lo bueno que queremos recibir.

Catalina Franco



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